Categoria: Ateísmo

16 de Maio, 2009 Carlos Esperança

EL OADA CONTRA WALTER MIXA

“Las pasadas décadas han demostrado la inhumanidad del ateísmo a través de los regímenes del nacional-socialismo y del comunismo, con sus campos de concentración, su policía secreta y los asesinatos masivos”

Walter Mixa, Obispo castrense de Augsburgo, durante la misa de Pascua de 2009. Ver Deutsche Welle, 13.04.09: German bishop: Atheism responsible for Nazis and mass murder.

Una vez más, hemos de soportar por parte de un jerarca católico la acusación de “inhumanidad” dirigida al ateísmo, “ideología” que, según se encarga machaconamente la curia de repetir, se hallaría en el núcleo de los totalitarismos políticos del siglo pasado. Recurrió a una infumable cita de Fiodor Dostoievski (“Sin Dios todo está permitido”) para argumentar los peligros del ateísmo. Mixa dijo a sus fieles, además, que una sociedad “sin dios” es el “infierno en la tierra”, y que podría derivar en un régimen sangriento, al estilo de los de la Alemania nazi o el comunismo soviético.

Ratzinger, en la Carta Encíclica “Spe Salvi”, también cita al escritor ruso en su crítica del ateísmo. En ella, nos describe como personas “que han destruido totalmente en sí mismas el deseo de la verdad”, “que viven para el odio” y para las que “no habría ya nada remediable”. “La pretensión de que la humanidad pueda y deba hacer lo que ningún Dios hace ni es capaz de hacer –prosigue Benedicto XVI- es presuntuosa e intrínsecamente falsa”.

Sin embargo, lo que a nosotros nos parece “presuntuosa e intrínsecamente falso” es justo el discurso repetitivo de la iglesia católica al respecto. El totalitarismo nunca ha hundido sus raíces en la negación de los dioses; por el contrario, los ha fabricado y alimentado siempre con exquisita dedicación. Todo régimen sangriento celebra un permanente holocausto en su honor. Tanto el stalinismo como el nazismo obedecieron a patrones religiosos, con la exaltación de sus divinidades, la sumisión aceptada de sus fieles, la persecución del diferente y la negación de la libertad y de la autonomía individual. Pero dejaremos a un lado al soso de Iosiv Stalin, premiado a los 14 años con una beca en el seminario de Tifflis. Resumir aquí el contenido fideísta del capitalismo de Estado estaría fuera de lugar en un comunicado dirigido contra un obispo castrense alemán.

Walter Mixa practica la máxima de la propaganda goebbeliana, según la cual toda mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Y silencia así que el movimiento nazi, contrariamente a la opinión convencional, se inspiró en valores tan cristianos como el antisemitismo, el antimarxismo y el antiliberalismo.

Dijo Rosenberg que Jesús era un eje vital en la historia de Alemania. Y el cardenal Pacelli, alias “Pío XII”, lo sabía bien cuando aprobó y firmó un concordato con el Estado totalitario del partido de Hitler, al que veía como un baluarte contra el comunismo mundial. Las campanas de las iglesias tañían horas y horas cuando el ejército nacional-socialista obtenía algún éxito en Europa o en África, y los obispos católicos aconsejaban a los soldados que llevaran en las hebillas de sus cinturones el texto “Dios con nosotros”. Una carta pastoral, emitida en septiembre de 1939 por los obispos alemanes, declaraba: “”En esta hora decisiva exhortamos a nuestros soldados católicos a cumplir con su deber en obediencia al Führer y a estar dispuestos a sacrificar su entera individualidad. Hacemos un llamado a los fieles para que se unan en fervientes oraciones para que la Divina Providencia conduzca esta guerra al éxito bendito”.

También las dictaduras de Franco y de Mussolini recibieron la bendición eclesiástica, y la banca vaticana obtuvo jugosos beneficios del gobierno manejado por los nazis en Croacia. ¿Es entonces el ateísmo, “raíz de todo mal” según Roma, lo que inspira o puede inspirar un “régimen de terror”? ¿Era ateo Adolf Hitler cuando, en un discurso pronunciado en abril de 1922, habló de Jesús como del “verdadero Dios”? ¿O cuando en diciembre de 1926 afirmó que el objetivo del movimiento nazi era “traducir en hechos los ideales de Cristo”? Hitler no sólo leyó el Nuevo Testamento, sino que estaba inspirado por él. El atrevimiento infame del obispo Walter Mixa ahonda en la estrategia vaticana de la confusión y la mentira. Apenas hace un mes, el mismo Mixa comparó los crímenes del Holocausto con los “millones de abortos” voluntarios practicados en las últimas décadas, lo que le valió la reprobación del propio presidente de la Conferencia Episcopal Alemana.

Walter Mixa es un pelmazo y un bocazas. Representa, además, a la corporación religiosa más criminal que haya visto la historia. Desde el Observatorio Anti-Difamación Atea (OADA) no le instamos a rectificar, porque sabemos que su posición corresponde a la línea oficial vaticana y a la política integrista de Joseph Alois Ratzinger, el mismo que pronunció su primera misa como “Papa” el 20 de abril de 2005, aniversario del nacimiento de Adolf Hitler. El OADA, no obstante, quiere solidarizarse con las declaraciones de Rudolf Ladwig, de la organización atea alemana IBKA, y de Michael Schmidt-Salomon, de la Fundación Giordano Bruno. Según ellas, los comentarios de Mixa obedecen a la insostenible estrategia católica de falsificar sus relaciones históricas con el fascismo. Nada más tenemos que añadir.

Comentário: Tendo sido escrito antes, este texto, em espanhol, da autoria da FIdA [[email protected]] responde às mentiras do Papa, quando, ao despedir-se de Israel, referindo-se ao Holocausto, …[Bento XVI] denunciou que aqueles mortos foram “brutalmente exterminados” por um “regime sem Deus”.

3 de Abril, 2009 Carlos Esperança

Se D. Guilhermina de Jesus, apoquentada com os salpicos do óleo de fritar peixe, desorientada com a dor da queimadela no olho esquerdo, em vez de evocar Nuno Álvares, tivesse apelado ao bem-aventurado Afonso Costa, era um insulto para o estadista mas um milagre maior para a fé.

Nas relíquias sacras permanece um mistério por desvendar: como é possível que se tenham obrado milagres com algumas que vieram a comprovar-se refinadamente falsas e outras, com certificado de garantia, nem o alívio de uma dor de dentes tenham logrado? Eis o obstáculo que impede a distinção da madeira da cruz do Gólgota da que foi usada na construção civil.

Sendo, como se insinua, insondáveis os desígnios de deus, seria aceitável que um ateu pudesse obrar milagres enquanto um homem pio coleccionasse fracassos? Duvidar da omnipotência divina é mais grave para a alma do que acreditar em milagres por intercessão de Afonso Costa.

O ilustre investigador, Sr. Duarte Pio, escreveu um opúsculo com a descoberta dos cavalos que se ajoelharam na Cova da Iria a marcar o sítio onde vários séculos depois o Sol faria piruetas, uma virgem mataria o ócio com três pastorinhos e um anjo acharia a pista de aterragem.

Se em vez dos cavalos de Nuno Álvares que, presume-se, acompanhavam na fé o dono, fossem solípedes de Afonso Costa, é de crer, que em tão pio local, em vez da genuflexão, desatassem aos coices e relinchassem blasfémias.

Enquanto os admiradores de Nuno Álvares Pereira, desiludidos com a magreza do milagre que lhe adjudicaram, aguardam que um soldado de infantaria passe a ver através do olho de vidro ou um mutilado de guerra veja crescer a perna que a mina lhe decepou, pode acontecer que Afonso Costa, por bondade divina, acabe nos altares por ser mais eficaz no combate á sida do que o próprio preservativo.

Se, tal como as relíquias falsas, os ateus entrarem no ramo dos milagres, é de crer que o Sr. Duarte Pio renegue o opúsculo pífio e faça um tratado sobre a bondade do seu deus.

22 de Março, 2009 Carlos Esperança

O Pe. Lombardi agradeceu a hospitalidade do povo angolano e referiu que o Papa está a resistir bem ao calor que se faz sentir actualmente no país.

B16 reage bem ao calor porque não lhe faltam mordomias, por mais pobres que sejam os países onde se desloca.

Podem faltar a água, o pão e as vacinas aos autóctones mas não faltam ao Papa o ar condicionado, o carro à prova de bala, as iguarias e os banhos de multidão organizados pelo exército de freiras, padres e políticos interessados na sua bênção.

Bento XVI resiste bem às condições meteorológicas mas reage mal aos meios de comunicação social. Dá-se bem com o latim, mas tem dificuldades com o preservativo; aprecia as multidões que se ajoelham, mas teme as pessoas que se erguem; adora a crença na sua bondade, mas detesta os argumentos que o condenam pela sua desumanidade.

B16 não é um troglodita que se inocente pela ignorância e estupidez, é um intelectual que deve ser julgado pela sua intransigência e maldade.

Quem sabe que a sida mata milhões de pessoas e que o preservativo é a arma para debelar o flagelo; quando conhece a violência do sofrimento dos infectados e aconselha a que não se protejam; quando tem a noção de que a sua mentira pode ser acreditada, não está a divulgar uma crença, está a cometer um crime contra a humanidade.

É este perigoso propagandista da fé, que mente em relação à sida, que anda à solta por África a destruir o trabalho das ONG’s, a fomentar o contágio do HIV entre milhões de pessoas, a prescrever a castidade numa região onde a baixíssima esperança de vida torna precoce a reprodução e a morte.

Quando um futuro Papa vier pedir perdão pelo mal que este fez, as pessoas devem lembrar-lhe as Cruzadas e a Inquisição. Foi há muito tempo? – Pois foi, mas a maldade está na natureza das funções e nas crenças de que vivem estes parasitas da fé.

Um Papa que pede para combaterem a bruxaria, amaldiçoando a ciência, só pode querer que as pessoas troquem os outros bruxos por ele.

Esta visita do Papa pode provocar mais mortes do que o paludismo.

19 de Março, 2009 Carlos Esperança

O Diário Ateísta procura instituir um prémio para as personalidades que se distingam na luta contra o obscurantismo e/ou na promoção da descrença, quer a nível internacional, quer a nível nacional.

Antes de instituir um regulamento, os respectivos prémios e a forma de constituição dos júris, é importante reconhecer as numerosas personalidades que através de conferências, livros, discursos  e/ou outros meios têm afastado as pessoas da prática religiosa e da fé.

Se é verdade que a influência de Sam Harris, Richard Dawkins, Christopher Hitchens ou José Saramago, entre outros, muito tem feito pela divulgação do ateísmo, tal como no seu tempo Bertrand Russel, nos últimos tempos apareceu uma personalidade insuspeitável que superou as outras grandes personalidades e os pensadores do ateísmo.

A obstinada propensão para a asneira, a sua indefectível postura anacrónica, a reincidência na moral obsoleta e a firmeza das suas posições na defesa da propagação da SIDA, revelaram ao mundo um destacado militante da causa ateísta – Joseph Ratzinger.

O indivíduo, com a profissão e o estado civil de papa católico, tem manifestado uma sólida consciência anti-humana e uma notável intransigência na obstrução da luta contra a SIDA, pelo que o Mundo, em geral, e a África, em particular,  lhe devem milhões de mortos.

Esta atitude que tem suscitado contra si a animosidade de países tradicionalmente católicos a juntar à ternura pública para com os bispos fascistas seguidores de Monsenhor Lefebvre e a solidariedade com a excomunhão à mãe que permitiu um aborto na filha de 9 anos, violada pelo padrasto, fizeram mais a favor da descrença e da repulsa pela Igreja católica do que várias associações ateístas.

Assim, o Diário Ateísta, agradece a Joseph Ratzinger, também conhecido pelo pseudónimo de Bento XVI, os valiosos serviços prestados à causa do ateísmo e ao generalizado afastamento da sua Igreja, graças à sua firme antipatia e à sólida repulsa que consegue para as suas posições.

Nesta conformidade, BENTO XVI, apesar de moralmente pouco recomendável, é considerado o ATEU DO ANO e, desde já, fica convidado para colaborador do Diário Ateísta.